lunes, 24 de mayo de 2010

See ya in another life, brotha... (Good bye, LOST)

Hace 6 años, cuando iba a cumplir tres meses de haber llegado a España, en USA se emitía en la cadena ABC el piloto de una serie que iba a cambiar la forma de hacer televisión...

LOST.

Lo primero que vi fué esto:



El ojo de Jack abriéndose mientras se daba cuenta que estaba en un bosque de bambúes, herido y que su avión acababa de estrellarse. En medio de todo el desconcierto, aún se dió tiempo para tratar de arreglar las cosas y salvar a los demás supervivientes. Una chica embarazada, un chico obeso que aunque asustado ayudó a la chica embarazada, un chico que había estudiado primeros auxilios y quería ayudar...

... poco a poco cada uno de ellos fue haciéndose un hueco en nuestras vidas. Así aprendi que Jack siempre ha querido arreglar las cosas y es una especie de paladín de la justicia y busca a alguien a quien salvar. (Me recuerda tanto a D) También aprendí que Sawyer es un chico que pretende ser un timador pero, en el fondo es tan sólo un niño que se ha quedado solo y está herido. Descubrí que lo que mejor sabe hacer Kate es huir y meterse en problemas, que Locke es la persona más desgraciada del mundo pero, que pese a eso mantiene la esperanza y por eso es especial. Aprendí que no importa lo que todo el mundo diga, no es como te ven los demás, sino lo que tú percibes de ti mismo. Por eso Sayid es un héroe y no un asesino. Descubrí que la adicción a la vida es mejor que engancharte a las drogas y que el amor es muy poderoso. Descubrí que uno puede cambiar por amor, que uno puede dar la vuelta al mundo por amor, que uno puede sacrificar su propia vida por amor.

A lo largo de mi vida he tenido mis momentos Lost. He sido Desmond bebiendo cubatas e imaginando que era McCutcheon. O sentanda en la barra de un bar esperando a que me reviente el hígado o aparezca un(a) policía que va a subir al mismo avión que yo. Mis momentos John Locke cuando se unió a aquella comuna hippie en la que plantaban todo tipo de plantitas. Mis momentos Kate sin saber por cual de dos chicos decidirme. Mis momentos Hurley comiendo sin parar y todo mundo preguntándose como es que no perdía peso. Mis momentos Charlie, absorta en la música (y buscando virgenes de yeso) y mis momentos Claire cuando nacieron mis dos hijos.

Al igual que Ben, siempre tengo un plan. Como Jack, siempre busco alguien a quien ayudar o salvar. Creo que "Everything happens for a reason" y siempre pero, siempre diré: "Don't tell me what can't I do"

Lost me ha acompañado durante mucho tiempo y hemos crecido juntos. Me he identificado con muchos de sus personajes y he llorado. Tenía ideas y teorías sobre lo que pasaba o dejaba de pasar pero, soy una persona de emociones simples. Jamás pedí más de lo que me daban. Sólo disfrutaba cada semana con cada nuevo capítulo. No buscaba gazapos, ni errores, ni fallos de producción. Sólo me limitaba a disfrutar de una buena historia, narrada como le salía de las narices a quienes la contaban.

Porque muchos dirán (y os aseguro que en algún momento también pensé así) que una historia puede ser buena o mala pero, que depende del final para saber si fue buena o mala en verdad. A los que pensáis así os digo que afirmar eso es como creer en la iglesia Católica y sus indulgencias. Llevar una vida de vicio y luego comprar tu pasaporte al cielo. O juzgar a alguien por los últimos minutos de su vida, por un sólo error, cuando el resto de su vida fue alguien bueno, como si lo que ha vivido no importase.

NO. Lo importante es lo vivido. No como empieza nuestra vida o como termina porque todos empezamos y terminamos igual. Antes, después, con múltiples variables pero, todos iguales. Todos nacemos y todos morimos. Lo importante es a quienes nos llevamos con nosotros cuando finalmente nos vamos.

Adios Lost. Gracias por haberme acompañado durante el tiempo que he estado aquí. Gracias todos...

See ya in another life, brothas...

0 comentarios: